La negociación en la compra de vivienda usada es una práctica común en México, donde los compradores suelen buscar reducir el precio final de la propiedad. De acuerdo con datos de Alfa Inmobiliaria, en este país, nueve de cada 10 compradores intentan negociar el costo de la vivienda antes de cerrar la compra. Un estudio realizado por la plataforma indica que el margen de negociación en México se encuentra en aproximadamente un 10%, lo que demuestra que la mayoría de las transacciones inmobiliarias incluyen algún tipo de ajuste en el precio.
Este fenómeno no es únicamente responsabilidad del comprador, quien intenta obtener un descuento significativo, sino también del propietario. Según Alfa Inmobiliaria, los vendedores suelen “inflar” el precio de venta entre un 15% y un 20%, anticipándose a las negociaciones que seguramente enfrentarán por parte de los potenciales compradores. Este ajuste inicial permite a los propietarios mantener una postura negociadora más sólida mientras se asegura que el precio final aún sea satisfactorio para ellos.
Jesús Duque, vicepresidente de la compañía, destaca que esta diferencia entre el precio inicial y el final es un “indicador clave para comprender la flexibilidad del mercado y las estrategias de negociación”. Además, señala que varios factores, como la ubicación de la propiedad, la situación del mercado en ese momento, el tamaño y la orientación de la vivienda, influyen en el proceso de negociación. Los compradores tienden a aprovechar estas características para solicitar una rebaja, mientras que los vendedores intentan capitalizarlas para justificar un precio más elevado.
El impacto del precio en la negociación
El mismo análisis de Alfa Inmobiliaria muestra que, a medida que el precio de la vivienda aumenta, el margen de negociación tiende a reducirse. En algunos casos, este margen puede incluso desaparecer, especialmente cuando se trata de propiedades exclusivas que tienen una alta demanda. “Las propiedades de mayor valor, debido a su escasez y demanda, suelen resistir mejor las propuestas de reducción de precio”, señala Duque.
Por otro lado, las propiedades de menor valor, ubicadas en zonas con menor demanda, enfrentan márgenes de negociación más amplios. Esto se debe a que los compradores perciben un menor riesgo de perder la oportunidad de adquirir dichas propiedades, lo que les da más margen para solicitar descuentos.
La oferta y la demanda en el mercado mexicano
En el contexto del mercado inmobiliario mexicano, la alta demanda de viviendas frente a una oferta limitada ha llevado a un incremento en los precios de las propiedades usadas. Según datos recientes, el precio de las viviendas ha experimentado un aumento significativo en los últimos años. Aunque el porcentaje exacto de crecimiento puede variar por región, la tendencia general muestra un alza sostenida. Este escenario sugiere que la tendencia a negociar el precio de las viviendas seguirá siendo una práctica común en el futuro. Tanto los compradores como los vendedores seguirán utilizando la negociación como una herramienta para ajustar los precios y hacer más accesible la adquisición de viviendas en un mercado que, por ahora, sigue siendo altamente competitivo.